Hoy, seis años más tarde, esta niña decidió que su voz podría ser escuchada y que tal vez si compartía en algún sitio su situación alguien, alguna vez se podría identificar con su historia. Esta niña que ahora con dieciocho años sigue estando asustada de la vida. No habrá nombres en esta historia de capítulos indefinidos, solo el grito silencioso y desesperado de una persona que debió gritar años atrás y que ahora decidió que salir a la luz podría ser bueno para su salud.